Madelyn estaba preparada para conocer a su amante secreto, pero en el último momento recibe una llamada de que él puede hacerlo esta noche en su punto de encuentro. En lugar de sentirse decepcionada, pensó que este era el momento perfecto para probar el juguete más nuevo que compró esa mañana, un consolador de vidrio con la punta curva. Ella lo saca de la caja y le da una deliciosa mamada antes de insertarla en su coño húmedo y apretado.
