Aislada por la playa en una cueva de coral oculta, Milena se da cuenta de que no hay mejor momento para explorar a sí misma. La hermosa playa la atrae a una suave masturbación que evoluciona hacia los dedos. Milena acaricia su cuerpo y se aferra todo el tiempo que puede hasta que se agite con venganza, complacida con su escondite romántico.