Sus ojos azules están definidos por un delineador negro, sus labios suaves y pesados están pintados de rosa. Mia está toda la noche esa noche, esperando que su novio vuelva a casa del trabajo. Ella usa una camisa blanca crujiente que está completamente desabrochada, mostrando sus senos hinchados y flexibles. Sus piernas están abiertas, su coño anhela una apasionada creación de amor. Tal es la vista que saludó a Thomas cuando abrió la puerta a la sala de estar. La mirada fascinante de Mia lo atrae, él no puede resistirse a darle a su cuerpo de sauce un juego previo alucinante antes de follarla una y otra vez.